Las cooperativas agroalimentarias de las islas han creado la iniciativa Cistelles de producte local con la doble necesidad de ofrecer un servicio a la sociedad, además de dar salida a los productos de los payeses que conforman las cooperativas. Unos productos que en la situación de la actual pandemia, se hace difícil comercializar y que están abocados a perderse ante la falta de demanda.

La iniciativa está consiguiendo salvar las ventas del producto fresco del campo mallorquín, recogido diariamente, gracias a la venta de estas bolsas de compra que se sirven gratuitamente a domicilio.

La cooperativa Camp Mallorquí puso a la venta dos lotes, uno formado por frutas y verduras y otro por naranjas de Sóller, al precio de 15 euros cada uno. Aunque inicialmente solo se servía a los vecinos de Consell y pueblos cercanos, ahora lo hace en todo Mallorca y con mucho éxito. Ya llevan repartidas más de 5.000 cestas de verdura y alrededor de 3.000 de naranjas, con una media de 300 diarias.

Esto además ha permitido aumentar las horas de jornada de los repartidores y dar trabajo a diversos autónomos. En la actualidad hay entre 10 y 20 vehículos, entre furgonetas y camiones, repartiendo diariamente.

Por otro lado los Joves Cooperativistes decidieron ofrecer cuatro lotes, entre productos lácteos, carne de cordero, sobrasada y otros productos del campo mallorquín. También destaca la cesta especial para rubiols de la cooperativa de Porreres en la que además hay confitura de albaricoque local, entre otros productos. Durante los primeros días se repartieron 450 lotes y actualmente la media está en unos 40 pedidos diarios.

Otra iniciativa es la de la Cooperativa pagesa de Pollença, a la que se pueden realizar pedidos de cordero, entero o medio, y lechona entera. Hasta el momento llevan repartidos más de 200 animales.