San Francisco Javier, Formentera, 25 de octubre de 2022. -Esta mañana el Consejo Rector de Cooperatives Agro-alimentàries Illes Balears, liderado por la Presidenta Jerònima Bonafé Ramis, con la asistencia del Presidente de la Cooperativa del Camp de Formentera Marcos Ribas, se ha reunido con la Presidenta del Consell de Formentera, Ana Juan Torres y con el Conseller de Conseller de Infraestructuras, Sector Primario e Interior del Consell Insular de Formentera, Josep Mari Mayans.
En el transcurso de la reunión Bonafé ha destacado la trayectoria de la cooperativa del Camp de Formentera, entidad que se fundó en los años 50, y que después de un periodo de inactividad, se reactivó en 2012 gracias a la implicación de unos 50 socios, la intervención del Consell de Formentera y el trabajo de asesoramiento y participación de Cooperatives Agro-alimentàries Illes Balears.
En 2015 se inicia la nueva actividad de la Cooperativa del Camp de Formentera, nace el proyecto “Cens de Terres de Cultiu”, un proyecto pionero que ha tenido el soporte del Consell de Formentera para potenciar y dinamizar el sector agrícola de Formentera. Con el objetivo de recuperar tierras agrícolas abandonas o que habían dejado de cultivarse y que son cedidas a la cooperativa para su recuperación que gracias a financiación de las administraciones pudo hacer frente a la compra de tractores y maquinaria agrícola para su trabajo. Este proyecto recibió el premio del Govern Balear en 2016 a la mejor actividad sostenible.
En la actualidad, la cooperativa cuenta con más de 426 socios y gestiona una superficie de más de 280 hectáreas. Este año la Cooperativa ha sembrado 140 hectáreas de las tierras cedidas; 20 con blat xeixa para uso panadero y el resto con avena, trigo, cebada y forraje utilizado como alimento para el ganado. En el caso de la avena y la cebada se han utilizado semillas autóctonas que están adaptadas a la sequía de la isla y garantizan una buena producción. Con respecto al trigo xeixa se han llevado 8 toneladas a Ibiza para distribuir entre los hornos de la isla vecina.
La labor de la Cooperativa del Camp de Formentera ha sido revitalizar el sector agrícola de Formentera, una isla eminentemente turística. Para ello, ha realizado la plantación de una hectárea de plantas aromáticas, un proyecto de replantación de árboles frutales, más de 2.500 olivos y otros 1500 frutales entre higueras, almendros y otros árboles frutales.
La cooperativa ha instalado además, un molino harinero y tiene en proyecto la instalación de una almazara, la instalación de una quesería y un obrador para elaborar productos envasados.
Desde la cooperativa del Camp de Formentera se busca la sostenibilidad ambiental, pero para mantener esta actividad agraria hay que ser competitivo, y ello implica cubrir los costes de producción. Ser competitivo no es siempre ser el más barato, especialmente cuando hay que invertir en el cambio de modelo más sostenible que nos proponen desde Europa y que la sociedad de Formentera demanda. En este momento las cooperativas son el único instrumento que fomenta la integración de los productores, su organización dentro en la cadena, así como las inversiones de mejora de la competitividad y de adaptación al nuevo modelo productivo.
Un estudio realizado por el MAPA refleja que durante el último año los costes de producción se han incrementado un 33 %, un porcentaje que se disparó hasta el 145,28% en el caso de la compra de fertilizantes nitrogenados y 200 % de carburantes, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Un entorno así supone un reto para la sostenibilidad económica y medioambiental de las explotaciones agroalimentarias, más aún si cabe en Formentera.
Desde Cooperatives Agro-alimentàries se han propuesto para nuestra cooperativa socia del Camp de Formentera las siguientes acciones:
– Priorizar las inversiones colectivas a través de las cooperativas que permitirán rentabilizar las inversiones que requiere el sector.
– Permitir a los titulares de las explotaciones agrarias participar en la modificación del PTI de Formentera que permita que se pueda desarrollar la actividad agraria en el medio rural. Poder instalar depósitos de riego, corrales, invernaderos etc…
– Permitir que al menos las explotaciones agrarias prioritarias dispongan de autorización para realizar pozos y obtener agua para riego para sus explotaciones.
Si el objetivo a largo plazo de las administraciones es apostar por la circularidad y los productos locales de KM0 deben dar facilidades y buscar soluciones administrativas para que esto sea posible.
En este momento tenemos una ley turística incluye la obligación que tienen los establecimientos turísticos de ofrecer, como mínimo, un 3% de productos frescos han de ser de origen balear. Toca hacer un esfuerzo para mantener la superficie útil en manos del sector agroalimentario. El mejor instrumento que tenemos en esta isla es la Cooperativa del Camp de Formentera y las personas que la integran que generan un valor añadido. Es vital mantener la producción agraria, no solo por la supervivencia del sector, sino del paisaje, de nuestra cultura, patrimonio, medioambiente.
Sin estas medidas la sostenibilidad económica del sector agrario se encuentra verdaderamente muy comprometida, y como he dicho anteriormente, sin sostenibilidad económica no existe la sostenibilidad medioambiental que como sociedad pretendemos conseguir.