Santa Maria, 31 de agosto de 2020.
Las fuertes tormentas con viento y calabruix que sábado arrasaron casi toda la isla de Mallorca, fueron especialmente virulentas y dañosas para la SAT Agromallorca y la Cooperativa Malvasia de Banyalbufar. A la primera, entre las 10,30 y las 11,30 h. de sábado 29 de agosto, la inclemencia climática asoló las instal•lacions a la finca sano Vinyota de Inca. Son tantos los daños que se hace muy difícil cuantificarlos.
El destrozo más visible es la caída de los 20.000 metros invernaderos que protegían 200.000 kilogramos de pepinos a punto de ser recogidos, de hecho, parte de ellos se tenían que servir desde domingo y a lo largo de toda la semana a una conocida cadena alimentaria que es uno de los principales clientes de la cooperativa. Pronto se podrá saber cuáles son las pérdidas para no poder servir los pepinos, pero a esta cifra se le tendrá que añadir retirar el material derrumbado y el coste de volverlo levantar nuevamente.
Fuera de los invernaderos, sufrieron la tormenta los ciruelos, los cítricos y los caquis madurando para la próxima cosecha. En palabras de Isabel Vicens, presidenta de Agromallorca, “las pérdidas van más allá de la producción totalmente perdida, afectan también a la calidad del producto que ha quedado, es difícil saber qué y còm podremos comercializar. Por suerte, todo han estado daños materiales y nadie se ha echado a perder”.
Agromallorca es una sociedad agraria de transformación con más de 50 años de existencia regida por tres generaciones de la misma familia que desde siempre se ha caracterizado por su tarea social y solidaria, col•laboran con distintas ONG’s, aportan toneladas de productos agroalimentarios al Banco de Alimentos y siempre han tengut especial mención de sus trabajadores. “Es evidente que todo el personal que teníamos a su Vinyota ahora no será necesario, pero como que somos una empresa grande, hemos recol•locat todo el mundo a otros lugares, a la espera de ver qué haremos con la explotación devastada, ahora mismo no sabemos si reconstruiremos a o no, es demasiado presto para tomar este tipo de decisiones”.
Banyalbufar fue, sin duda, la localidad más afectada por el ninguno de fibló el pasado sábado. Los daños en el pueblo son cuantiosos y no lo son menos afuera villa. Pau Bujosa, presidente de la Cooperativa Malvasia de Banyalbufar, ha declarado que la producción de malvasia de este año, a punto de la vendimia, se ha perdido en toda su totalidad. La viña parece que ha sido arrebatada y los racimos esparcidos.
La cooperativa de Banyalbufar la forman 4 socios y está dedicada íntegramente a la producción de vino de malvasia, con su marca estrella CORNET. El característico cultivo en bancales, salvo la orografía de la zona, determina que su producción sea reducida, por lo tanto, un fenómeno atmosférico tan virulento como el de sábado, ha destruido la cosecha del 2020.
Rafel M. Creus
Responsable Comunicación
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